Un profesor de baile que estudia a los clásicos
Cuando años después la volví a leer en la ECH me encontré, de pronto, ya no observando sólo a través del cristal, sino entre ellos, los griegos, frente a los muros de Troya, preguntándome en qué nos parecíamos y en qué nos habíamos alejado. ¿Quiénes eran aquellos dioses con los que hablaban constantemente en sueños? ¿existían aún? ¿Podría haber entre nosotros un Aquiles cuya cólera no cesa, o un Héctor domador de caballos capaz de hacerle frente para defender su ciudad? ¿Cuáles eran sus pasiones?
Las palabras se les escapaban del cerco de la boca, el mismo cerco por el que les llegaba la muerte. Pero, ¿cuáles eran estas palabras? ¿El amor, el dolor o el coraje significaban para ellos lo mismo que para nosotros? Y nosotros, ¿Sabemos lo que es el amor, el dolor o el coraje? ¿Sabemos enfrentarnos a la muerte?